IMPORTANCIA DE LAS BELLAS ARTES
Se ha demostrado científicamente que el estudio de las bellas artes, desde edad temprana, cultiva en el ser humano una sensibilidad que lo lleva ha desarrollar una ética muy sólida en su vida adulta. No exagero cuando afirmo que si dentro de los planes de estudios, desde el preescolar hasta la universidad, se incorporan materias relacionadas a las bellas artes, formaremos personas con una sensibilidad que les permita elevar el espíritu, así como conocer su yo interno, fuera de dogmas y con un amplio criterio. No olvidemos que las artes están vinculadas íntimamente a los sentidos y que estos nos nutren para una vida plena, es decir disfrutar de la existencia. La música, por ejemplo, nos permite la concentración. A través de escuchar música nuestra mente navega y logramos profundizar en nuestra interioridad, también despierta el sentido del oído y esto nos hace más perceptivos; y cuando la escuchamos en forma melódica nuestro sentido del ritmo se agudiza.
Las canciones nos permiten expresar sentimientos de una manera dulce o dolida pero rítmica y sensorial. Daniel Barenboim, director de la Opera de Berlín y de la Orquesta Sinfónica de Chicago, de origen judío, cree que la música “no soluciona conflictos”, pero sí puede contribuir a crear escenarios de paz y convivencia entre pueblos que en teoría son enemigos y están enfrentados hace décadas. Barenboim de 59 años y considerado uno de los músicos más talentosos del mundo, imparte desde hace cuatro años un taller: el West Eastern Divan, cuyo leitmotiv es fomentar mediante la música esta idea sencilla: “Los artistas y los músicos, no tenemos que esperar a que los políticos se pongan de acuerdo sobre algo que queremos ejercer ahora mismo; la paz. En el Teatro de la Maestranza de Sevilla al presentar el resultado del taller, comento: “El concierto de hoy, es una gran ocasión para ejercer este derecho por muchas razones: hicimos un taller intenso y extenso en Andalucía, región que para muchos de estos jóvenes es parte de su historia, pues aquí han convivido durante siglos judíos, musulmanes y cristianos. El programa es un desafío a toda la política en Medio Oriente, ya que el concierto para tres pianos de Mozart, lo interpretaran, un israelí, un palestino y un sevillano de religión católica.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario